Lo que hay que saber sobre el estándar Passivhaus y su auge en la actualidad

A pesar de ser creado en 1988, este estándar de construcción está más vigente que nunca debido a la necesidad mundial de reducir los altos niveles de contaminación derivados del consumo energético de edificios y viviendas. Se estima que estos consumen hasta el 40% del uso global de energía y contribuyen hasta el 30% de las emisiones globales anuales de gases de efecto invernadero.

Por estos motivos, el Parlamento y el Consejo europeos emitieron una directiva en 2012 para promover la eficiencia energética en toda la zona euro, definiendo la obligatoriedad de avanzar hacia Edificios de consumo de Energía Casi Nulo (EECN) y proponiendo plazos para ello: 2019 para las edificaciones públicas y 2021 para las privadas.

Aunque esta normativa es menos exigente que los requisitos que pide el certificado Passivhaus, todo apunta a que su presencia ganará un gran protagonismo en los próximos años por sus numerosas ventajas: enorme reducción de la demanda energética, temperatura constante y confortable durante todo el año y ventilación mecánica como instrumento para mantener los espacios interiores limpios y sin contaminantes, algo fundamental en el actual combate contra el Covid-19.

En Chile el grave problema de la contaminación atmosférica producido por el consumo de leña para calefacción, ha llevado a las autoridades a decretar medidas de restricción en el uso de calefacción a leña y la otorgación de subsidios para el recambio de este tipo de estufas. También se han dictado normas de construcción más estrictas en cuanto a la aislacionista térmica de las viviendas.

¿Qué es una vivienda o edificio Passivhaus?

Una casa pasiva o Passivhaus, es un estándar de construcción creado por el físico alemán Wolfgang Feist y el sueco Bo Adamson, profesor de la Universidad de Lund. Este modelo responde a un determinado tipo de diseño constructivo que busca reducir al máximo la energía necesaria para su climatización, logrando mantener un ambiente limpio y una temperatura constantes y confortables durante todo el año mediante la optimización de los recursos existentes.

Para esto, define 5 principios básicos:

  1. Envolvente térmica de alto desempeño
  2. Liberación de puentes térmicos
  3. Ventanas de alto desempeño
  4. Hermeticidad del aire
  5. Ventilación mecánica con recuperación de calor

Cualquier nueva construcción, con independencia de su tamaño y uso, puede edificarse según los estándares Passivhaus.

¿Cómo obtener la certificación Passivhaus?

Para su obtención, un profesional homologado por el Passivhaus Institut (Alemania) deberá verificar durante la fase de proyecto y de obra que se cumplen los requisitos establecidos. Este especialista será el encargado de remitir la documentación pertinente al Passivhaus Institut o a una entidad certificadora avalada por esta institución (Passivhaus Certifier).

Para que este organismo conceda este reconocimiento, es necesario cumplir con estos cuatro requisitos:

  • Demanda de energía primaria (calefacción, agua caliente y electricidad): <120 kW/m² por año.
  • Demanda de energía en calefacción y refrigeración: < 15 kWh/m² al año.
  • Estanqueidad al aire: n50 < 0,6 / h.
  • Transmitancia térmica de la envolvente: U = 0,8 W/m²K en muros con ventanas, y U = 0,15 W/m²K en muros opacos.
¿Cuál es el valor de construir bajo el estándar Passivhaus?

La construcción de una casa pasiva tiene un sobrecoste estimado de un 5% respecto a una vivienda convencional. Las diferencias pueden llegar, incluso, hasta el 15% en aquellas Passivhaus del segmento inmobiliario prime. Y es que el incremento del precio viene determinado, en la mayoría de los casos, por los acabados elegidos, diseño, ubicación de la futura vivienda o nivel de conocimiento técnico del arquitecto y constructora elegida.

A pesar de este sobrecoste, conviene tener en cuenta el gran retorno de la inversión de construir una casa pasiva. En este caso, destacan tres factores:

1. Revalorización del inmueble. Un edificio certificado con el estándar Passivhaus tiene una revalorización estimada de un 20%.

2. Amortización a medio plazo por el ahorro energético. Por ejemplo: una vivienda de 120 m² gasta en calefacción unos 1.500 € anuales de media, y una casa pasiva de las mismas características puede llegar a gastar 150 €: hasta un 90% menos.

3. Gastos de funcionamiento. Cuando los costes energéticos se reducen hasta cerca del cero, el propietario del inmueble se protege de las fluctuaciones de precios del mercado de la energía.

¿Existe certificado Passivhaus para rehabilitación?

Sí, su equivalente es la certificación EnerPHit, también expedida por el Passivhaus Institut. El objetivo de este tipo de rehabilitaciones es lograr la mayor reducción de demanda energética posible. Con un carácter más flexible que el certificado Passivhaus al tener en cuenta las dificultades que entraña el proceso de rehabilitación de un edificio existente, mantiene muchos de sus principios y aplica soluciones específicas que se adaptan a las particularidades de las construcciones a rehabilitar.

Fotografías por «Seier+Seier» licencia bajo BY CC 2.0.